Desconozco como desperté en aquella habitación 23 horas después de
aquella noche de intimidades volcánicas a la luz de
la luna.
Era
una habitación decorada con papel pintado con motivos religiosos: toda
ella repleta de símbolos que
recordaban la parábola de los paces y ovejas descarriadas.¡ paces y ovejas por doquier!,¡en el techo, paredes, baldosas, volutas, zócalos...! .
Mi
dormitorio
era de diseño clásico, con un baldaquino ornamentado en sus columnas
con volutas acaracoladas y barrocas blancas y rojas, como la pasta de
dentrífrico Signal. O como una peluquería de caballeros de los años
antiguos. En la cabecera y resto
de la enorme cama, seis almohadones
blancos, de un tamaño gigantesco, flotaban en un mar de sábanas .
En medio de los seis almohadones me pareció ver la nariz de
alguien que roncaba con obscenidad porcina.
La napia era aguileña y cigüeñal . Tapé
con mi dedo índice y pulgar los orificios nasales de quien fuera que fuese el
ser que se ocultaba debajo de los almohadones, con objeto de amortiguar la
escandalera que me rodeaba. Apreté y taponé de un modo decidido el napio , y en
ese mismo instante, descubrí que una cabeza se incorporaba con harto asombro y
perplejidad un poco más arriba a mi derecha.
Lo que tenía entre mis dedos no era la nariz. Un miembrillo pepino
erecto pinzaban mis dedos.
- ¡Me está usted tocando el nabo!...¿quién es usted?-
preguntó un anciano con gorro de dormir y un pijama abierto al frente a la altura de la bragueta.
- Soy Pascual Panete Zas…¿y usted?-
repliqué.
- Soy Archibald
Rainiero de Alaver- respondió
perplejo. Si no le importa, ¿podría decirme cómo ha venido usted a parar aquí?
- La verdad, mesié Archibald, desconozco la razón y el por qué estoy aquí…ayer por la
noche estaba en una piscina con Carlota y Carolina de Mónaco, y hoy estoy aquí…
- ¿Y ese pijama?
En ese momento caí en la cuenta que llevaba un pijama de bata de satén con transparencias , corto y algo atrevido.
- Pues no sé…
- Le importaría dejar de pellizcarme e ciruelo, señor Zas.
-
-- ¡Disculpe!
-- ¡Disculpe!
Se abrió la puerta de la señorial
habitación y entró una señora de aspecto cuaternario…
-- Archibald, ¿has encontrado orina por aquí?
- - ¿Orina?...
- - Sí, estoy tomando Indasec para las pérdidas de
orina y no las encuentro.
- - ¿El qué no encuentras, querida?
- - La orina, cariño.
- - ¿Qué has perdido la orina?
- - ¡Ajá!
- - ¿Y has tomado Indasec?
- - ¡Claro
- - ¿Y no sabes dónde puede estar?
- - Yo sé quién les puede ayudar- interrumpí.
- - Hable.
- Concha Velasco: ella sabrá donde está esa orina perdida.
- ¡OK!...voy a
llamarla – dijo alegre doña Sara De Caldosa, esposa de Archibald.
En ese instante, una ráfaga de viento levanta un billete de 20 leuros que estaba encima de la mesilla de noche y va a parar a las aguas de la fuente de la entrada, la de la sirena centaura.
¿Cómo saco el billete?
-----------------------
LA ENTRADA ESTARÁ HASTA EL VIERNES POR LA MAÑANA.
LOS GANADORES DE AYER FUERON
PETALÍN DE ROSA/ JOSÉ ANTONIO/ ANTÍGONA/JERÓNIMO NISA/ MARIANO PUERTAS...Y LUXINDEX, PORQUE SE LO HA CURRADO...
En ese instante, una ráfaga de viento levanta un billete de 20 leuros que estaba encima de la mesilla de noche y va a parar a las aguas de la fuente de la entrada, la de la sirena centaura.
¿Cómo saco el billete?
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LA ENTRADA ESTARÁ HASTA EL VIERNES POR LA MAÑANA.
LOS GANADORES DE AYER FUERON
PETALÍN DE ROSA/ JOSÉ ANTONIO/ ANTÍGONA/JERÓNIMO NISA/ MARIANO PUERTAS...Y LUXINDEX, PORQUE SE LO HA CURRADO...
Mojado fijo
ResponderEliminarArtur
Mojado, naturalmente. Pero la dificultad con los billetes en Mónaco no está en sacarlos, sino en meterlos allí sin conocimiento del fisco. Una vez en la mesilla lo demás es pan comido.
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