La mansión de Los Cashigiari/ Grimaldi
tenía una entrada privada que la protegía un portón de bronce
con una cartela dorada que rezaba “CHATEAUX INRI”.
Me contó Carlota que las autoridades
municipales fueron a ver a Ernest de Hanouba (se escribe Hanover) ,
entonces casado con Carolina de Mónaco,pidiendo que retirara la
inscripción inmediatamenete. Pero el duque de Brunsbuick, con un
pedo muy principal, y de muy malas maneras, dijo “scripitis,
sripitis facta est”, y lavándose las manos con Jack's Daniels les
mando a tomal pol saco en alemán: ¡mein kapft!.
Traspasado el portón, una magnífica
avenida arbolada a los dos lados, diseñada en arco floral,y que
unía en su bóveda las ramas a modo de tunel, recibía al viajero. La avenida se complementaba con figuras escultóricas de trampantojos y pollardas, rejalgares y adefesios.
Después de la avenida, la carretera se
abría en dos brazos, rodeando una plaza con una fuente en medio. La
fontana se adornaba de un motivo escultórico: una sirena con
testículos como los de un centauro. Después, alcanzabas la puerta
de entrada, de estilo "Noséqué":
cuatro plantas disponía el edificio,blanquísimas, con enormes
ventanales de visillos con corchetes, y unas vestales en cuclillas
debajo de cada una de las ventanas, y centrando la fachada, en la
puerta, un mayordomo disecado que sonreía a los visitantes.
El mayordomo embalsamado, como supe más
tarde, era Philipe Prenpolcul de Sausire. Para los amigos “el
bragas”. Hombre leal a la casa en el siglo XIX y, al parecer, amor
secreto del VI conde Grimaldi, que enloqueció al conocer el
fallecimiento de su fiel mayordomo en extrañas circunstancias (se
dice que lo mató el mismo conde llevado por los celos al ver colocar a
Philipe un supositorio por el esfínter al cartero de Pupedesí, (le pilló con el ojillo jiñao, como enhebrando una aguja).
Sea como fuere, “Philipe” nos
sonreía en la entrada, mientras Carlota depositaba en la oreja
derecha las llaves del Ford Montecarlo, único lugar donde se podía
colocar algo, pues tenía todos los miembros disecados con llaves de coches, en los dedos,en los bolsillos,en las cejas, en la nariz...
incluso alguien le había bajado la bragueta, sacado el pepino, y
le había colgado un abrebotellas.
- ¡Si quieres vamos a darnos un
chapuzón a la piscina antes de acostarnos...¡hay luna llena!, ¡es
tan romántico!- invitó una Carlota exultante.
Nos bañamos, ella con un bikini que
encontró en el vestuario, y yo con un estropajo Scot Britge dos cuerpos que encontré en la ducha.
Jugamos a hacer olitas, a reírnos como
niños haciendo aguadillas, a dar palmadas en la superficie...
- ¿Quién anda allí?- dijo alguien
desde la orilla.
- Soy yo, mamá, Carlota. Vengo con
Zas, un amigo que pasará unos días con nosotros...
- ¿El jugador de Rugby ése?
- No mamá, es otro.Me lo encontré como a Charly, tirado en la calle...¡tuvo suerte al cruzarse en mi camino!
¡Carolina de Mónaco!.¡Estaba delante
de Carolina de Mónaco!
- Ven a bañarte con nosotros, mamá,
el agua está estupenda...¡y hay luna llena!
Carolina se desprendió de la bata en la
oscuridad y se lanzó al agua con un estilo perfecto, como un
cuchillo en un flan.
Segundos después, apareció de las
profundidades a tan sólo diez centímetros de moi. Tenía unos ojos
verdes como faroles chinos del Templo Prohibido, el pelo engominado,
hacia atrás y argentino, en las orejas le brillaban dos perlas
haciendo juego a la luna, al mesarse el cabello , sus dedos,
adornados de dos anillacos prístinos, parecían juncos traviesos, su
cuello, cual garza, miraba al cielo y éste le sonreía, sus
enormes te...ejem...que se bañó con nosotros.
- De dónde eres, Zas?- preguntó.
- Bueno...es una historia muy larga
de contar...
- ¡Pues esta es una buena hora para
contar historias- dijo mientras una enorme ebullición de burbujas
emergían de su espalda.
- Señora, ¿estamos seguros en esta piscina?
- Por supuesto, ¿por qué lo
preguntas?-... terminar la frase y otra expansiva y muy agresiva ebullición, como un geiser enloquecido, brotó
de su mismo trasero.
- Es que, no sé,parece que hay algo allá detrás suyo
que intenta atacarnos...¡salen burbujas!
- No, tranquilo, cosas
mías...- y un escape de batiscafo indundó de burbujas la piscina.
- ¡Bruno!,¡Bruno!- llamó Carlota.
Un mayordomo con librea y coleta salió
de no sé dónde.
- Alteza...
- Traiganos unos chupitos
variados...y tú, Zas, cuéntanos tu historia.
Carlota dio unas palmaditas,
“¡exciting!...¡no lo ves romántico,mamá!
Bruno llegó poco tiempo después con una una jarra llena de limonada y una jarra llena de ginebra. Volcó las dos en un recipiente grande, y sin embargo la limonada
siguió separada de la tónica.
¿Cómo es pas posible?
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Las respuestas ganadoras de la entrada anterior...
C.S / Mariano Puertas/José Antonio....¡no tocó premio!
Las de Lux, Jero,y Despellejada...bien, pero no era eso.
¡Y seguimos!
Premio de esta entrada: sorteo de la Cruz Roja del 18 de julio
76898
C.S / Mariano Puertas/José Antonio....¡no tocó premio!
Las de Lux, Jero,y Despellejada...bien, pero no era eso.
¡Y seguimos!
Premio de esta entrada: sorteo de la Cruz Roja del 18 de julio
76898
mmmm... "una jarra llena de limonada y una jarra llena de ginebra. Volcó las dos en un recipiente grande, y sin embargo la limonada siguió separada de la tónica."
ResponderEliminarLógico: nunca puso la limonada y la tónica en el mismo recipiente, sino la limonada y la GINEBRA.
Ambos líquidos estaban congelados... A ver si este toca! Mariano Puertas
ResponderEliminar"Volcó las dos en un recipiente grande", ésto es, un recipiente grande para la limonada y uno para la ginebra, por eso no se mezclan ni se mezclarán, están en diferentes recipientes.
ResponderEliminarDespellejada-por-artur
La limonada siguió separada de la tónica porque la mezcla fue con la ginebra. A la segunda va la vencida.
ResponderEliminarDespellejada-por-artur