TITO LALARGA SENIOR DESAPARECE
En el capítulo anterior envié a Florino a de seguir a Busado, ¿ purcuá?...pues porque algo en ella me resultaba muy sospechoso. Nuestra última conversación me dio la pista.
- Mi marido ha desaparecido- me dijo Busado mientras clavaba en mi pupila su pupila azul.
- ¿Desaparecido?...¿quiere decir que ya no...?
- Sí...ya no. Una tarde de verano yo chupaba un helado a la sombra de un castaño, la verdad es que lo chupaba con mucha fruicción porque el helado es de mi agrado, entonces,él se me acercó, me dio un beso y susurró “Los invisibles átomos del aire en derredor palpitan y se inflaman, el cielo se deshace en rayos de oro, la tierra se estremece alborozada, oigo flotando en olas de armonías rumor de besos y batir de alas, mis párpados se cierran... ¿Qué sucede?. Me voy a comprar tabaco, ahora vuelvo
- ¡Joder, vaya pinza tenía su marido!
- Era rarito
- Le noto azorada,como con ganas de plañir, ¡plaña!,¡plaña!, cuéntemele, ponga sobre el tapete de la sinceridad su problemática joven- y la rodée con mis dos brazos hasta que su cabeza se posó en mi pecho, para crear una atmósfera de confianza.
- Verá mi marido se llama Tito Lalarga...
- ¿De qué me suena ese apellido?
- Yo me llamo así-interrumpió Tito Lalarga mientras se limpiaba la dentadura amarronada con el tape de un boli bic-, soy su hijo.
- ¿Su hijo?...¿y la señora Busado es su madre?- pregunté astuto.
- ¡ Cómo va a ser mi madre!, ¿no ve que ella es más joven que yo?. No, ella se casó con mi padre a los diez días de conocerse. Mi padre tiene 94 años y, ya sabe, los amores en la madurez,dicen,son impetuosos. Se conocieron...y a los tres días se casaron.Fue un arponazo. En la boda él llevaba un traje Luis Marengo, y ella un modelo de Cristian Dios y perfumada de Paco Rabal. Una semana después mi padre desapareció.
- ¿Tienen trestrigos de lo que dice?
- Los dos estábamos debajo del castaño cuando lo vimos por última vez- contestó de entre mis brazos Busado. Hemos acudido a la policía, pero no hay rastro de él, ¡ y han pasado diez años desde su extraña desaparición!...nos tememos que...que...
- No siga, sé lo que temió...que le cayó una grúa encima y lo aplastó dejándolo debajo de una masa de diez toneladas de cemento. Y nadie sabe que está allá abajo. Y que se lo comerán los gusanos, y sus tripas y las mucosidades cerebrales desparramadas serán pasto de los perros del polígono, y sus testrículos...
- ¡¡¡NO SIGA, POR EL AMOR DE DIOS!!!- gritó Busado.
- Bien, esto me recuerda el enigma de "el paso de Pinto y Valdemoro"...le cuento, fermosa pastora. Entre Pinto y Valdemoro había un paso custodiado por un soldado. El soldado tenía orden de disparar sobre el que quisiera escapar por él, o le hacía volver si no tenía autorización.
El soldado estaba en Pinto, se sentaba en su garita, y salía cada tres minutos para controlar el paso.
Una mujer quería escapar de Pinto a Valdemoro por razón de amores que le ardían en su pechonalidad. Era imposible que obtuviese el pase, sabía que podía ir por el puente mientras el centinela se encontrara en la garita, pero cruzarlo le llevaría 5 minutos, por lo tanto el guardia podría disparle si le veía escapando a Valdemoro.
¿Sabe cómo lo hizo para escapar cruzando el puente?
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Solución: La joven anduvo los tres minutos hacía Valdemoro, y justo cuando iba a salir el guardia se dio la vuelta y comenzó a andar de nuevo hacia Pinto. Salió el guardia y le pregunto si tenia pase para ir a Pinto. Al decirle ella que no, le dijo que se diera media vuelta y se fuera por donde creia que había venido: a Valdemoro.
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