domingo, 1 de noviembre de 2009

PEPE PAMPLONA (XI)

PEPE PAMPLONA


Andaba preocupado esos días con Florino, ¿qué sería de él y sus investigaciones con Busado?. También me estaba preguntando cómo se pondrían de acuerdo los patos cuando vuelan en V para decidir cuál de ellos iba en la punta de avance. El más chulito, el primero.

Alguien llamó a la puerta.

- ¡¡¡ALICANTEEEEEEEEEE, LA PUERTA ESTÁ ABIERTAAAA!!!- dije con voz de Yeni, mi secretaria virtual.

Asomó un hombre que tenía una cabeza que no la cubre una nevada.

- ¿Se puede?- dijo tímidamente.

- Por supueseto que se puede, por el amor de Dios, si es usted tan amable.

- Oiga...¿no será usted travestí?

- ¿Travestí?, ¿qué le hace pensar eso?

- La voz que ha puesto cuando he llamado a la puerta...

Aquel hombre cuando pronunció la sílaba “p” de “puesto”, y la “p” de “puerta” lanzó dos perdigonazos de saliva que percutieron directamente en mi entrecejo. Simulé no darme por tocado y hundido.

- No era yo, es mi secretaria, Yeni, está en el aguamanil haciendo gárgaras con clorato de potasas de Navarra.

- ¿Aguamanil?

- Sí, el retrete, el excusado, el water, el baño, el tocador...ya sabe.

- Mire,Panete ( la “p” de Panete volvió a descagar un proyectil de baba, esta vez sobre mi propio ojo izquierdo a la altura de la córnea), me llamo Pepe Pamplona ( una ráfaga de pequeños misiles se precipitaron sobre mi oreja derecha,frente y punta de la nariz), tengo un PRoblema muy PRincipal.

Pamplona cada vez que pronunciaba la “p” era para comprarse un chubasquero, pero cuando las letras eran “PR”, entonces era para echarse cuerpo a tierra. Con “problema” y “principal” me echó un fuego cruzado de japines que me dejaron la cara hecha un bebedero de patos.

- Aguarde un momento, Pamplona, vengo deseguida.

Fui al lavabo y salí limpiándome la cara con una toalla de baño que sale estampado en tamaño natural todo el equipo de Real Madrid, técnicos incluidos.

- Prosiga, Pamplona.

- PePe, si no le imPorta, Para qué andar con Presentaciones Pretenciosas y nada Prácticas.

- De acuerdo, Pepe- contesté restregándome la toalla por la cara- ¿cuál es su problema?

- Mi Problema Principal, Panete, es que soy camarero en la Posada “El caPRicho del emPRendedor”, la que está en la calle ExPRoPiación.

Decir “expropiación” y una andanada de metralla de gotitas saetearon mi faz dejándola como la fachada de la feria de Abril. Antes de pasarme la toalla, la parte de los reservas del Madrid, me miré en el reflejo de la ventana del despacho. Por efecto del sol, mi cara brillaba perlada de gotitas amarillitas como si fuera David Coperfield en la gala de Noche Vieja. Me limpié de nuevo.

- Rápido, Pepe, hay un escape de agua en el piso y tengo que llamar al fontanero.

- ¡Uy, qué PRisas!.Bueno el caso es que después de una comida PResentada de PRimera,un cliente me Pidió un café. Se lo Preparo Primorosamente, y se lo Pongo Prudentemente en la mesa. El cliente me llama al Poco y Protesta Porque el café tiene un Pelo.

- ¿Seguro que protesta porque sólo tenía un pelo?, ¿no habría algo más allí,¿eh?

- ¿Algo más?, ¿algo más como qué?

- No sé, gotitas , ya sabe...

- ¿Gotitas de coñac, por ejemplo?, no, no, yo le Puse lo que Pidió, sin interPRetaciones.

- ¡Acabe, coño!- le dije mientras me observaba a mi mismo en el reflejo del cristal iluminado como la nave de Encuentros en la Tercera fase

- ¡Pues cómo se Pone, Panete!,¡ un Poco de Paciencia!...le retiro la taza, vuelvo lo más Pronto Posible y el cliente PRotestó diciendo que no le había cambiado la taza a ProPósito y que tenía el Presentimiento de que solo me había limitado a quitar el Pelo. El cliente tenía toda la razón, pero ¿como se dio cuenta?...Por favor, Panete, Porqué lo PResintió,

A esas alturas del relato tenía la toalla totalmente empapada, los pies en un charcal y la cara aguachinada, ensopada, como si me hubiesen pintado con gotelé.

- ¿Eso es todo, Pamplona?...¿cómo supo el cliente que no cambió la taza?

- ¡Perfecto!...Por cierto, no me haga PRoPRaganda de esto...el PRestigio, ya sabe...

- ¡Visto, Pepe!,ya le llamaré.

- Gracias, Panete, PePe PamPlona no olvida los favores. Por cierto, está usted emPaPado, Pero muy emPaPado

- ¡¡¡Largo!!!

Mientras limpiaba el despacho con una fregona y tres cubos me preguntaba, ¿cómo supo el cliente que sólo le quitó el pelo?.

Y seguía preocupado con la investigación de Florino...

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Solución: El cliente notó al probar el café que ya tenía el azúcar que había echado en el del pelo.

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