domingo, 11 de agosto de 2013

SE CUENTA LO SUCEDIDO DOS MESES DESPUÉS DE LA TRAGEDIA. (XXIII)

Dos meses después de los terribles hechos que narré, el Principado de Mónaco fue declarado por la ONU “país extinto”. Por unanimidad se pensó declararlo “Vertedero de Europa”.

La familia Grimaldi falleció en el pavoroso incnedio hasta la cuarta generación , y ninguno de sus descendientes indirectos quisieron hacerse cargo de la dinastía. Todo el Principado quedó reducido a pavesas.

Los grandes Hoteles de lujo como el Fimosi's, el Negresco, La Mierdirien, El Hermitage, dejaron sus restos en montoncitos de ceniza...los Puertos del Principado eran un dramático paisaje de barquitos que cabían en un cenicero. Las calles eran una metáfora del fin del mundo. Miles de prótesis mamarias alfombraban los paseos de la ciudad.

Como a la antigua Cártago, el Principado quedó destruido y en unos meses nadie la recordaba.

Los jardines y terrazas del Casino eran escombreras donde miles de ratas merodeaban entre cenizas de fichas, de ruletas herrumbrosas, de antorchas que humeaban, dos meses después de extinguido el fuego.

Todo fue devastado por unos fuegos artificiales manipulados por combustibles que calcinaron en unas horas toda una ciudad. Una vez las llamas alcanzaron las afueras de Mónaco, el combustible pasó a las montañas, bombardeadas por los cohetes de artificio a los bosques, y éstos, por sus copas, hasta el mar.

Todos se hacían la misma pregunta:¿quién, y por qué de un atentado de esta naturaleza que nadie reivindicó.

Dos meses después nadie daba razón de los hechos...

En Chateaux Inri, que no fue abrasado por las llamas, por estar en la zona francesa, tan sólo quedaba yo, y el personal de servicio.

Carlota, apesadumbrada por la cantidad de funerales nada románticos que había que tenido que asistir, fue a París con el moro. Pronto tendría un hijo.

Mientras desayunaba una tostada de jamón con tomate y aceite, un buen café bien cargado, y un zumo de naranja ahumada, vi el reflejo en la espuma del café de la vieja negra...recordé sus aplausos y su risa desencajada...y entonces supe qué había sucedido aquella noche del Apocalipsis.

Convoqué de urgencia a Benoit, el servicio de Inri, a la amiga mulata de Carlota, y a Placenta.


Alas diez de la mañana en el salón de la Puta Reina nos reunimos todos.





¿Cómo hacemos para que a veinte, agregándole un nos dé diecinueve? --------------------- QUEDÓ DESIERTO EL CONCURSO DE AYER...LA NACIONALIDAD DE LA SEÑORA ERA "GRIEGA" (COMO LA "y").

1 comentario:

  1. ¿a XX le agregamos I? ¿Puede ser en cualquier parte? ¿Puede ser XIX?

    (C.S. Desde el único pino con cobertura de este monte)

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