Al día siguiente, después del crucero, la resaca se escuchaba en los vacíos pasillos de Inri a través de las puertas , ventanas y balcones, ¡oye la ronda que viene, oye la ronda qué paisa!: gritos de dolor de retortijones a la carrerilla, ayes de cefaleas monstruosas, diarreas sobrevenidas en cascada, eructos que deshidrataban las meninges, gómitos por las ventanas que caían sobre el pobre disecado, dejándole la cara hecha un zipostio, un ortotastismo salvaje que les dejaba la lengua seca como un cartón meado…
Llenamos la piscina de hielo picado hasta el borde y nos zambullimos en ella Carlota, una prima suya postulante a las hermanas Flageladoras do las Clarisas de Cotatuero, y yo mismo. Cerré los ojos recordando la última escena del crucero: el rey de España a caballo sobre un arpón ballenero disparando a delfines amigos de los niños que les echaban sardinitas, y les besaban el hocico, en el parque acuático “Fliper & Los Apóstolos”. Juan Carlos no paraba de gritar “¡ja jaja!, ¡¡no lo volveré a hacer, no lo volveré a hacer…con leoneeeeessss, gilipollaaaaas!!!”.
No quedó ni un delfín vivo.
No se escuchaba nada aquella mañana. Todos dormían. A lo lejos , las campanas de Notre Dame Pan tocaron las doce. “La hora del intríngulis”, pensé.
Y en ese mismo instante, venida de lo alto, cayó como a peso sobre el hielo picado un cuerpo que no pudimos identificar en la caída.
El choque fue mortal, más que nada porque fue expulsado desde un helicóptero.
Dimos un respingo sobresaltoso y Carlota dijo
Llenamos la piscina de hielo picado hasta el borde y nos zambullimos en ella Carlota, una prima suya postulante a las hermanas Flageladoras do las Clarisas de Cotatuero, y yo mismo. Cerré los ojos recordando la última escena del crucero: el rey de España a caballo sobre un arpón ballenero disparando a delfines amigos de los niños que les echaban sardinitas, y les besaban el hocico, en el parque acuático “Fliper & Los Apóstolos”. Juan Carlos no paraba de gritar “¡ja jaja!, ¡¡no lo volveré a hacer, no lo volveré a hacer…con leoneeeeessss, gilipollaaaaas!!!”.
No quedó ni un delfín vivo.
No se escuchaba nada aquella mañana. Todos dormían. A lo lejos , las campanas de Notre Dame Pan tocaron las doce. “La hora del intríngulis”, pensé.
Y en ese mismo instante, venida de lo alto, cayó como a peso sobre el hielo picado un cuerpo que no pudimos identificar en la caída.
El choque fue mortal, más que nada porque fue expulsado desde un helicóptero.
Dimos un respingo sobresaltoso y Carlota dijo
“¡Dios mío!”, yo exclamé , “¡santo cielo!”, y la hermana postulanta gritó “¡¡¡USTIÉ!!!”.
Emergió flotando del fondo una mujer mayor, entre 50 y doscientos años, de aspecto algo humano, pues el aterrizaje había sido helicóptero - aire/- aire- hielo/ hielo- suelo del fondo/ suelo del fondo/ hielo…pequeña ascensión en el aire, y vuelta al hielo. Un accidente que tenía muy mal aspecto, la verdad.
- ¡Dios tuyo!- gritó Carlota- es tía Adosinda…
- ¿Y cómo lo sabes?, podría ser una fregona.
- Esa ropa interior sólo puede ser de ella.
Efectivamente, unas bragas tipo culotte/ faja/ corpiño / corsé alámbrico ,colgaban de un pino mediterráneo cerca de la piscina.
- ¿Y quién es tía Adosinda…?
- La hermana de Tío Jota, al que enterramos hace unos días.
- Demasiadas casualidades, Carlota
- ¿Y si aún no está muerta?- preguntó la Postulanta.
- Bueno, Carlota le hará una exploración superficial, y usted el boca a boca.
- ¡Vale!- dijeron las dos- ¡qué romántico!
Emergió flotando del fondo una mujer mayor, entre 50 y doscientos años, de aspecto algo humano, pues el aterrizaje había sido helicóptero - aire/- aire- hielo/ hielo- suelo del fondo/ suelo del fondo/ hielo…pequeña ascensión en el aire, y vuelta al hielo. Un accidente que tenía muy mal aspecto, la verdad.
- ¡Dios tuyo!- gritó Carlota- es tía Adosinda…
- ¿Y cómo lo sabes?, podría ser una fregona.
- Esa ropa interior sólo puede ser de ella.
Efectivamente, unas bragas tipo culotte/ faja/ corpiño / corsé alámbrico ,colgaban de un pino mediterráneo cerca de la piscina.
- ¿Y quién es tía Adosinda…?
- La hermana de Tío Jota, al que enterramos hace unos días.
- Demasiadas casualidades, Carlota
- ¿Y si aún no está muerta?- preguntó la Postulanta.
- Bueno, Carlota le hará una exploración superficial, y usted el boca a boca.
- ¡Vale!- dijeron las dos- ¡qué romántico!
Minutos después Carlota exclamó.
- ¡Aquí hay un agujero de bala!...¡la dispararon antes de arrojarla al vacío!
- Carlota- sentencié- eso no es un agujero de bala. Eso lo tenemos todos detrás…y usted, hermana, dejé de soplar sobre la oreja de tía Adosinda…no hay nada que hacer...
- Zas- preguntó de sopetón de la tonera Carlota- ¿Cuántas personas como minimo se necesitan para tener 2 hijos, 2 padres y 1 nieto?
- Zas- preguntó de sopetón de la tonera Carlota- ¿Cuántas personas como minimo se necesitan para tener 2 hijos, 2 padres y 1 nieto?
¡Esta me la sé! Tres: El nieto es hijo del padre y el padre es hijo del abuelo. ¡Qué bien que has vuelto, Panete!
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