HUIDA A MEDIANOCHE (XLV)

La ciudad seguía entregada al caos y al apocalipsis. Los efectos de Orgasmo de Búfalo se iban pasando y la gente apenas sí podía reconocerse.

Florino, Eunuco y yo mismo salimos a la calle por la puerta trasera del Huéleme. Todo era desolación, ruina, la gente deambulaba a la deriva en medio de una sinfonía enloquecida de sirenas, bocinas, explosiones y gritos demoníacos. No fue difícil encontrar un coche. Subimos a él, y nos alejamos velozmente, sorteando todo tipo de obstáculos que nos encontrábamos en el camino al aeropuerto.

- ¡¡¡FRENA, FRENAAAA!!!- me ordenó Florino.

Lo que parecía una figurita del Belén, se acercaba hacia nosotros con la mano en la minga, dando unos alaridos muy principales.

- ¡¡¡PARA,PARAAAA!!!...¡VAS A MATAR A ESE NIÑO!!!

Conforme nos acercábamos observé que Jesús Casero Caserín venía como abducido a empotrarse con el morro del Audi A-6. El golpe fue limpio, seco y definitivo. Nos dejó la pilila en el parabrisas, mientras él hacía un vuelo ascendente hacia el infinito y más allá.

- ¿Y dónde vamos ahora?- preguntó Florino

- Al aeropuerto. Allí cogeremos el primer avión a donde sea...dentro de muy poco tendremos a toda la policía de la ciudad tras nuestra pista, a Mitoka y a Lalarga y Busado.
¿Y luego?-

- Luego ya veremos...

De mientras, Mitoka llamaba a Búfalo y le ordenaba que viniese con el hidroavión a buscarla. La japonuda estaba de muy mal café porque le pasaron desapercibidas las huidas en combate de Lalarga, Busado, Florino, Panete y, especialmente, su garçon, Eunuco.

- ¡¡¡VEN PLONTO A HUÉLEME, BÚFARRO!!!. ¡¡¡DE MI NO SE LÍE NADIEEEEEE!!!, ¡¡¡WEIKO WEIKO!!!,¡¡¡CORTO!!!

- Voy para allá,¡weiko weiko!...por cierto...¿Cuál es el animal que si es macho no canta, pero si es hembra,¡es que no para!?

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HASTA EL MIÉRCOLES IN DE IVININ.

LOS GANADORES JUEGAN EL CUPONAZO DEL VIERNES

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